también hay que aprender a agradecer lo que no fue

¡Si! Ese trabajo que no salió, esa relación que no funcionó, ese viaje que no se dió, ese proyecto que se cayó, ese plan que fracasó, esa clase que no se pasó, esa persona que te falló, ese negocio que no se cerró, ese deseo que no se cumplió, todo eso que no fue, todo eso que no resultó. Somos tan consentidas y estamos taan acostumbradas a tenerlo todo y a querer controlar que cualquier cambio de planes o resultado diferente nos agobia, nos frustra y nos pone a vivir mal. Estamos taan encajonadas en lo que creemos que nos debería pasar, en lo que juramos que deberíamos tener y en lo que pensamos que nos va a hacer felices que nos olvidamos de que tooodo lo que nos pasa y, sobre todo, lo que nos deja de pasar: es perfecto. Nos guiamos por ideas impuestas, por lo que la sociedad nos muestra, lo que quiere que tengamos, que seamos, lo que deberíamos tener y en el momento que se supone que debe pasar: nos compraramos día y noche llevándonos a la victimización y al dolor. Hoy, solo por hoy, ten un poquito de fe, relájate y aprende a agradecer. No cuestiones, no dudes, no sufras. Solo dile gracias a la vida, a Dios, a tu Poder Superior, al universo, a lo que quieras pero mantente diciendo gracias. Por lo que resulta y por lo que no, por lo que te gusta y por lo que no, por lo q se te cumple y por lo que no. Aprende a agradecer; a agradecer confiando ciegamente en que si no pasó es porque no te convenía, porque no estabas preparada, porque así tenía que ser, porque no era el momento indicado, porque hay algo muuucho mejor y más lindo preparado para ti. Tomar una actitud de gratitud frente a muchas situaciones no es fácil, pero es necesario para crecer, para vivir en armonía con tu realidad, para poder respirar serenidad y recibir toda la magia que hay para ti. Si solo tuvieras un poquiiito de fe, si solo aceptaras los tiempos de Dios, si solo entiendieras que no hay que llorar cuando la vida te está haciendo favores, si solo sintieras en tu corazón que lo mejor está por venir, si solo entiendieras que todo lo que no pasó fue así porque hay alguien cuidándote y queriendo lo mejor para ti, si solo aprendieras a agradecer... serías la mujer tranquila, llena de luz y feliz que mereces ser.