tenemos que pensar menos y mandar a la mierda más
"Es que si lo zafo me voy a quedar sola para toda la vida, es que no fue tan grave lo que hizo, es que de pronto lo que pasó fue diferente, mejor no le digo nada que susto que se pong bravo y se aleje, es que si me voy no voy a volver a conseguir un trabajo bueno nunca, que tal que se olvide de mi para siempre, es que me da pesar, ella no es mala en verdad, no importa yo lo perdono por tercera vez, voy a hacerme la loca, yo sé que es una buena persona, no hay nadie como él"... Podríamos escribir horas seguidas dando ejemplos de como protegemos nuestra insatisfacción personal y el maltrato de otros cuando nos gobiernan miedos infundados y tanto ruido mental. Nos quedamos enganchadas y estancadas con ciertas situaciones y personas que, realmente, no nos convienen... por miedo. ¡Sí! Por miedo a la soledad, miedo al fracaso, miedo al que dirán, miedo al abandono, miedo a la falta de aceptación, miedo a perder algo o a alguien que creemos necesario cuando en realidad es algo que estorba, que nos causa lesiones emocionales y que no nos deja avanzar. Hoy, sólo por hoy, apaga todo ese ruido en tu cabeza y aleja esos pensamientos. Sea una amiga o un novio, un trabajo o Pepinito Perez, de toda la vida o de ayer: tienes que ser capaz de tomar decisiones que te devuelvan tu tranquilidad, que te hagan crecer, que te permitan ponerle límites a todo lo que te está sacando de tu centro. ¡Hay una diferencia muuuy grande entre ser buena persona o ser pendeja! ¿Y tú? Tú no eres ni nunca vas a ser lo segundo. Deja de proyectarte tan caóticamente y de ser tan fatalista. Tienes que ser leal contigo misma, con tus principios y con tus valores. No puedes seguir andando por el mundo paniqueada haciendo o dejando de hacer un pocotón de cosas por creer que lo peor va a pasar. El miedo es falta de fe! Y a ti solo te va a pasar lo mejor. Sólo cosas buenas van a llegar. Deja de conformarte con lo que no te llena y date la oportunidad de recibir lo que mereces.
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